Ordalías y ordalías

Ordalías y ordalías



Alguna vez
te quise por indecente niño , por adulto
preformado y por anciano insolente,
Te quise por tus manos que doblaban cosas
y le tejían alas a la nada ,a las frutas
y a los versos que escondías en tu cuarto,
te quise por distinto, por mudo de emociones
por caballeroso libertino y tímido de voz,
Porque besarte sabía a cielo enclaustrado
y a ave carroñera de plumas rojas dibujadas,
porque tocarte era abrazar nubes,
rozar el viento con los dedos, acostarse con la nada.


Porque no te amé por orgulloso hombre,
y por maradiagmático poeta,
como por autosuficiente y obcecado lirio
amoroso y ajeno amante de mis días.


Y es que te quise con los labios secos,
con los ojos grandes y el vientre florecido,
te quise con las manos que te tallaban
en mis noches entre sábanas y entre miedos,
amándote sin reservas de caricias
ni muelles con barcos de pena y o de algún stop.


Te quise con el afán de polilla en la llama
y de bruja en la hoguera, con ese afán de lucha
ante la muerte y de mariposa al borde su vida;


Porque te quise con este cuerpo de flor de tres espinas
que vive en la niebla esperándote desnuda;


Porque realmente no te quise,
No te amé
y te olvidé con la prisa del siglo muerto
retenido en calendario,


Porque no te adoro, porque no te extraño, porque detesto
tus celos de semana y tu semana de excusas,
por que odio copiosamente a tus dudas y sus ramas
en el jardín de los segundos.


Porque no te amo con la furia de corriente y como corriente que no cesa
por más rocas que caigan desde arriba y desde debajo de un te quiero.


Porque no te deseo con locura y con pecado escandaloso
Con el calor de entre los muslos y los sonrojos de mejillas;


Porque no te quiero más, porque no te amo
Porque ahora te miento;,.... y ......te ........miento
cuando te repito que nunca y nunca más quiero saber de ti.