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Mostrando entradas de junio, 2010

Brechas

Brechas Lo oí. El primer sonido de la mañana habló de un ruido mudo ensordeciendo las ventanas Crac. Las seis. Aún estaba yo con el pecho abierto …………dejando al alma ………………….respirar el mismo aire ……que él le robaba anoche voraz y orgulloso a mis almohadas. Crac El final asomando sus uñas. Crac. el mullido canto de una vértebra narrando sus caídas. Crac. El tibio abrazo de una costilla al rojo abrigo de un corazón recién usado. Suena la puerta. Las siete y aún el sol no ha asimilado la noticia. - Y yo tampoco – Crac desde el cielo. Crac desde ese inútil espacio que me absorbe los ojos con desidia. Crac .Otro hueso hace de sus astillas estrellas madrugadoras en mi cuarto. Unas sabanas suicidan sus bordes con las lágrimas que rompen sus cuerpos contra ellas. Crac en sus columnas de papel haciéndose añicos con el viento que ya abraza. Las ocho. Crac El reloj ha roto un destino Una cama vacía tararea una sonata. Crac Un cuello más ha descalabrado sus sentidos. Crac

Atrás

Atrás Puedes regresar a este lado, buscar atar los cabos sueltos de esa eterna pared que nos separa, zurcir cortezas de algún tiempo en deshora cansado de segmentar palabras que terminan siempre siendo comida para la lluvia, No sé, tal vez querer despegar los miedos de esas cartas que envías cada ciertos años nacidos con esa buena estrella de la suerte, Quizás regresar a buscar de nuevo las constelaciones en mi espalda, buscando ese brillo tenue que aún pueda sostenernos en alguna misma y triste línea recta. Puedes regresar de este lado, claro pero nunca, ninguna de tus marcas en nuestro propio limbo eternamente tan ajeno va a ser igual que antes.

>Loa a un niño de cartón

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Loa a un niño de cartón. ÉL Era TODo . A veces una nube solitaria que se posaba en mi ventana, para lloverme las más finas palabras que llevara en el bolso. A veces era un rio, de esos que comienzan en un glaciar perdido y se unen al mar, sabiendo que a él nadie lo vio hacerse grande y luminoso desde el principio de sus horas. A veces sonreía, como quien esconde un secreto de patas cortas y manos hasta el techo. Sonreía mintiendo, dejando en claro que estaba bien y que lo demás le daba igual como quien habla del clima en la calle. Y yo corroboraba su mentira, pero le recordaba que en mi cuerpo había espacio suficiente para toda la piel expuesta que aún no cerrase sus heridas. Todo era así. Él llegaba a morirse de él, en las puertas de esta casa buscando un refugio donde dejar el corazón en la entrada. Quería solo un respiro en sus pulmones un espacio en mis senos , una canción de mis labios que le supiera a esa familia de papel que no tenia entre las manos. Y yo quise dársela desde que

Boomerang

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Boomerang Esto no era mas que un ir y venir, Un caminar por los silencios atando descalza el sabor congelado de la tierra; Ese andar por los resquicios El tocar de las nubes con las uñas rompiendo telarañas hasta hacer ordalías con el aire. Desglosar el miedo en sonidos olvidables Relegar el pánico al momento siguiente y su bucólica razón para su voz corrigiendo las cicatrices por heridas. Ese caminar en círculos al lado de la piel donde hay réplicas de tu olor a lluvia fatua de febrero, recordando que la mirada del pasado sólo es un garabato que puede cobrar vida en la pared. Esto no era un mas que ir y venir a las páginas no escritas de algún libro repudiado por su dueño. Ese inaudito terror rotundo a escucharte en medio de la selva muerta, pero tú aún habitabas esa choza decorada de señales. Sí, esto nunca podría haber sido solo un ir y venir a tus costillas sabiendo que aún ocultabas mi piel en tus entrañas. Yo lo sabia tal así (…)

Enjambre

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Enjambre Quisiera poder decirte todo con la mayor honestidad posible. Dejarte alguna tarde lo mas oculto de mi piel entre los brazos, para que cubras de colores los rincones de tu cuarto verde. Abrirme a tus ojos con las únicas rapsodias que guardo aún por dentro, abrirme desde las costillas para dejarte el corazón hecho una pequeña grulla de papel doblado. Atarme, atarte a los cinceles de los dedos para que no olvides que las palabras no son suficientes para explicar la dirección correcta de las brisas desde siempre. Ser perfecta para ti e imperfecta para cualquier mirada ajena . Volver pronto. Volver sin miedos a las bancas de mi casa a hablar de estrellas rotas y de canciones que no cesan. Hablar como siempre y como nunca. Hablar y hablar de todo, dejando el pasado con sus fechas muertas y al presente con sus esperanzas sin marcas en el cuerpo. Dejar fluir y dejar hacer. Volverme tu única razón para quedarte .Quisiera poder decirte todo con la mayor soltura en el mundo, test

Akhdar & Ahmar

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Akhdar & Ahmar (verde & rojo) Porque tú eres como la sangre que recorre y calma esa hambre por sentirse viva(…) Regresa para quedarte. Las lunas hablan de ti a escondidas desde sus bocas hechas noche para el público que mira. Este es nuestro mundo de dos por tres que alcanza para un siempre sin temores. Así nos es: tibio como el miedo , cálido como tú una noche de verano y frio como las palabras que fuera de temporada nos suelen florecer. Así eres tú ,como el mismo desencadenante de un golpe de suerte en los cuentos. Niño de pasionarias en las manos y cerezas en la boca. Te he extrañado como el mar a cada arena faltante en su costa. A destiempo en mis horas, pero a cada minuto surcante en mis palabras. Tú estabas sin estar pero a todas las cosas las llamaba con tu nombre; tú eras cielo, eras ave, viento ,árbol y mundo. Aparecías en mi cuarto como la luz que nunca muere y queda en las pupilas aún con el sueño frotándote las sienes. Así estabas. Aquí y en todo hablándome

Sobre la necedad.

Sobre la necedad. Podría contarte de la vida esta noche. Hablarte de lo cruel y fría que se vierte sobre los ojos la calma cuando no has llovido aquí desde algún bucólico febrero. Suele ser todo así con mi lado de tus manos, se aprende a tomar los suspiros y atarlos a una falda que no sabe de colores, a oler el miedo con cada palabra caída de su árbol, y a desprenderse los ojos cada vez que es necesario ahogarse de trocitos de hielo para dentro. Se aprende a decir que todo está bien cuando el camino a la casa está en medio de alguna guerra y se llega descalza a un hogar colmado en espinas. Desapercibirse de a pocos. Bordear el límite de la mentira para que aún quieras amar mi sombra. Podría contarte sobre las otras caras de la luna que suelen quebrarse con cada nube que roza sus mejillas. Querer hablarte de eso que no respeta el cuerpo pero a la vez, saberlo inconcebible en el seno de alguna de mis palabras. Realmente no podría.