Cry me a river.


Cry me a river

No era necesario mentirnos:

Es decir
hablarnos
con los labios de la carne
en tiempos
tiernos, tímidos y tibios;
con aquellas palabras
tan parsimoniamente
oscas, duras,
mundanamente deliciosas.

Esas
nuestras pequeñas veces
de grandes verbos
agolpándose
en el vientre del secreto
con la impaciencia
de los años que se dejan
por la inminente mudez
en sus cabellos.

Tú sabes. No era necesario
 tomar esas oscuras necesidades
de la sangre
para hacer del calor, otra fogata
dentro de la carne,
con el sigilo
de una estrella encendiéndose
en medio de la nada.

Y claro. Consecuentemente
Dolernos. Dolerme.
impávido y gris
con esos sonidos punzantes
que conoces y creas
olvidándome las mañanas.
Nuestras mañanas.
Nuestras breves salidas
de la realidad que llovía
distancias y pendientes
en grafía constante.

Y ahora volver.
Volver al
no recuerdo de tus ojos
y los míos
surgiendo entre
aquella agua del pasado
tan infestada
de hambrientas ganas
por la vida misma

Por ello,
no era necesario
engañarnos
de aquel modo
siniestro y dulce.
De usarnos
entre todas las cosas
Como si pudiésemos
solo
fragmentarnos
la memoria
con silabas al azar
en explosiones determinadas
para cada
juramento bastardo tuyo
que siempre falló.


Y no hay nada más aqui.

Ni hoy, ni ayer
ni jamás.

Oigo tu nombre en mi boca
y sólo me  sabe a decepción(...).

***
















Comentarios

Anónimo ha dicho que…
omg, que letras tan hermosas me ha encantado :) desde mi luna te sigo :)
Smileater 2nd ha dicho que…
Hermoso, Vianne.

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