Recortes




I.-

Es momento de alzar las pieles,
atarnos el alma a los huesos
y volver a sentir el aroma
del tiempo encendiéndonos los ojos.

Cansada de buscar malvas en los sueños
he venido por primera y eterna vez a tu cuerpo
a hurtar mil pequeños instantes
que no sepan florecer manos alejándose
y sepan sostenerse
aún con el próximo crepúsculo del cielo.

Buscando aquello que ni buscaba
hallé el mundo de tu dedos tallando amaneceres
para alguna sirena que no existía
entre los mares de los días que te hablaban de egoísmo.

Y te vi. Y nos vimos. Y la noche supo entonces que la luna
no tenía brillo más que el que tus pupilas destilaban.
Y te vi y quise morar en tus palabras hasta
que los ecos de mi alma resoplaran para siempre
contigo, y solamente contigo, desde ese instante
hasta el mañana que susurra tiernamente
que nunca va a terminarse.

Y te amé desde que te encontré escondido
en el paraíso de tu boca que aguardaba por tenerme.
Y te amé y te amé hasta que las fuerzas no fueron
suficientes para evitar querer morirme entre tus voces.

Entonces, caí en cuenta que eras aquello
que había aguadado ese espacio de mi pecho
que estaba aún ausente de emociones
y de real vida en sus costas hablándole de anhelos.

Por que en ese mismo instante
donde te encontré habitándome el corazón
haciéndole el amor a mis latidos

Supe que tú eras el único aire imperecedero
del cual necesitaba llenarme en esta vida.


Desde entonces, pude mencionarte
Sin más miedos ni ataduras inclementes
que te amo más a cada mañana
aquí y aquí,
siempre teniéndote conmigo.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
guauu, qué romanticismo tan puro el tuyo, mi niña. me encanto mucho visitarte de nuevo. te quiero.
besos
jorge luis ha dicho que…
LINDO ROMANTICISMO
QUE MAS PODRIA ESPERAR DE USTED
UN BESO COSMICO

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