Sounds of Vodka

Sounds of Vodka

Sounds of Vodka .

Tus besos seguían sabiendo y siendo tan iguales a los míos. No sé si tú aprendiste a entonar los labios en esa melodía que yo llevaba o fui yo la que decidió que tu canción era ideal para mí. Han pasado al menos dos años desde la última vez que uno de esos acercamientos tan virtuosos me supo a algo al menos aceptable. Dos años y tú no has cambiado un ápice a pesar de que quieras mostrarme que ahora no eres ese niño de espalda amplia y emociones escondidas aún más grandes. Decías que sólo conmigo sentías que eras otras persona, una persona mejor, una persona que quería ser como el resto de personas que amaban el mundo y buscaban proteger a alguien: a mi. Dos años y a pesar de tu bonita coraza de hombre maduro dispuesto a sortear montañas y matar dragones con los dedos, no has cambiado ni esa manera de vestir ni esa de mirarme como quien espera que voltee y le recuerde que todo esto puede que se convierta en una continuación del pasado. No. No es posible pensarlo de ese modo, hay demasiadas cosas en ese pasado que no me dejan olvidar que sucedió y porque conozco cada una de tus miradas como si de las mías se tratara. Dos años donde aprendí que hay labios más dulces y emociones más intensas. Porque supe que había besos que aunque descoordinados y menos parecidos a los míos podían ser aún mejores de por sí. Precisamente hoy, cuando sentada a tu lado, armada de una delgada capa de recuerdos sentí que tus besos, aunque del mismo color de los míos, no eran los que yo ya no necesitaba volver a sentir más. Dijiste que volver a verme te hacia extrañar demasiadas cosas, pero como todo en este sinusoidal destino, ello merece solo quedar en el pasado. Tus besos ya nunca podrían sentirse igual jamás.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De esperas y mentiras

Altar.

Cielo de heliotropos.